EL MUNDO FANTÁSTICO
Una noche de tormenta me despertó
un extraño ruido, me levante de la cama y fui a la cocina a ver que era ese
ruido extraño y vi un ser extraño era grande y terrorífico. Me intentó coger y me escondí en un armario de
la cocina donde había un enorme agujero y… ¡ZAS! Me caí en el agujero, todo me daba vueltas y me quedé
desmayada. Cuando me desperté lo vi todo muy raro: el cielo verde, la tierra
morada y los seres que vi con mis propios ojos eran muy extraños, igual que el
mundo donde vivían esos seres raros y
repugnantes. Mire hacia atrás y vi al terrorífico monstruo de la cocina y
corrí todo lo que pude pero no me
alcanzó porque se enganchó con unas zarzas. Cuanto más corría todo se me hacía
más pequeño.
¿Era qué yo estaba encogiendo?
Pues si estaba encogiendo, todo era más terrorífico.
Me encontré con una chica
muy loca que me salvó, pero era muy maja así que para estar más segura decidí
que me quedaría con esa niña con mucha pecas y chiflada de atar, pero buena
persona.
Pase un millón de aventuras
con ella y todas muy divertidas.
Así que, hija como te vea otra vez metiéndote en los
armarios de la cocina ya sabes lo que te va a pasar.
Pero, ¿mamá como saliste de ahí?
La niña sin nombre me ayudo
a salir.
¡Pero bueno, otra vez te veo en el armario! ¿Pero, qué te he
dicho? ¡Ah! ¡Sal de ahí ahora mismo!
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